Simplemente, te extraño

La distancia a veces se siente como un vacío, un espacio silencioso donde antes resonaban nuestras conversaciones. Pero el eco de tu risa, el recuerdo de tus ojos, y la calidez de tu sonrisa siguen ahí, latentes en mi memoria.

No es la ausencia física lo que más extraño, sino la presencia intangible de tu energía, la chispa de complicidad que solo nos pertenecía a nosotros. Es como si el universo, en su infinito juego de expansiones y contracciones, nos hubiera separado momentáneamente, pero sin borrar la huella que dejamos el uno en el otro.

A veces, la nostalgia es una forma de apreciar lo que se tiene. Y en este espacio de ausencia, no puedo evitar sentir la profunda gratitud por el tiempo compartido, por la conexión que forjamos, por el pequeño universo que construimos juntos.